lunes, 9 de julio de 2012

Lealtad



Me gustaría que se entendiera que el ser “leal” no es solo la manera en que lo interpreta el mundo que es el ser fiel a una persona comúnmente, para mí la Lealtad forma parte de serlo primeramente con el Padre, con Dios, y cuando uno logra eso puede transmitirlo a los demás, llámese, Padres Espirituales, Familia, Trabajo, etc. Ya que no estaré nunca respaldando o siendo leal con alguien, que es una de las equivocaciones que se comenten durante mucho tiempo.


2 Timoteo 2:2 (LBA 1997) 
“Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.

Yendo a la definición de la RAE, las primeras 3 definiciones exponen lo significativo de lo que involucra esta palabra; 1. “Que guarda a alguien o algo la debida fidelidad.”, 2. “Fidedigno, verídico y fiel, en el trato o en el desempeño de un oficio o cargo” y 3. Dicho de una acción: Propia de una persona fiel.

Ahora a la luz de la palabra y de los grandes testimonios que en ella hay, JOB fue un represéntate de lo que es la lealtad porque a pesar de todo lo que le había pasado, el sabia que Dios era todo poderoso y que si él había tenido que ocurrir es porque nuestro Dios lo permitió así.

JOB 1:21 (LBA 1997) 
“Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR”

No quiero tampoco que se entienda que uno gracias a la Lealtad, podrá conseguir cosas, porque muchas veces el mundo al haber torcido el concepto de lealtad, ha internalizado el que gracias a ella, podemos alcanzar lo que necesitamos y muchas veces esa lealtad incluso puede ser acción para respaldar, personas, actos, procedimientos que están en una dirección diferente a lo que dice Dios. Por ello es que, atesorar lo que Dios dice de la lealtad y lo que nos demostró con el Mayor ejemplo que podemos tener el de Jesús mismo, que sentado junto a Dios durante la creación del universo decidió hacerse hombre, venir a servir y a dejarnos su evangelio y morir la peor muerte, por su infinito amor hacia todos nosotros. Sobre esa lealtad
me tengo que mover, no en la interpretación, o en mi parecer.

Pido a Dios que nuestro egoísmo y nuestra altanería se desvanezcan, ayudándonos a que seamos conscientes y que podamos aceptar de cuantas maneras te hemos ofendido a ti, y que finalmente podamos reconocer que a pesar de ello, DIOS es Leal, siempre nos amas y siempre perdona nuestras ofensas, siempre desea estar cerca de nosotros, conocernos y restaurarnos.

Deuteronomio 31:6 (LBA 1997) 
“Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará”

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